Destete tras una lactancia "prolongada"

Imagen
¿Qué es una lactancia prolongada? Prolongar significa alargar... y partiendo de esa base, la nuestra está siendo una lactancia prolongada, que hemos alargado más allá de los 24 meses, los dos años, los terribles dos años. Y es que somos muy obedientes y nos tomamos muy en serio las recomendaciones tanto de la AEPED (Asociación Española de Pediatría) y de la OMS (Organización Mundial de la Salud). Esta primera, afirma que, si bien "prolongar significa hacer que algo dure más tiempo de lo normal o establecido, el empleo de este término puede hacer pensar que la lactancia en niños mayores de un año se considera como algo que está 'más allá de las recomendaciones', cuando en realidad es un objetivo en salud materno-infantil. En España y en mi círculo más próximo, dar el pecho más allá de los seis primeros meses ya es toda una proeza. No conozco muchas mamás que hayan decidido hacerlo. Las más, quizá llegan a los seis o incluso a los siete, pero hacerlo hasta los nueve

Es un terremoto

La enana está cada día más juguetona, más juguetona, más juguetona... cada día más terremoto. No sé si están siendo las vacaciomes o qué, pero como que se me hace que estos días, que estamos pasando las 24h con ella, que está recibiendo estímulos nuevos (ha conocido el mar, se baña en èl, se reboza en la arena...), que hace calor o no sé, la pequeñaja no para.

Nunca quise ser una de esas mamis que va detrás de sus retoños diciendo "eso no se toca", "eso no", "ahí no, que te caes", pero me doy cuenta de que irremediablemente me estoy convirtiendo en ello. La pequeñaja gatea y se pone de pie dando pequeños pasitos agarrada a los muebles, pero tambièn coge todo (como primera opción, siempre lo que no quiero que coja), se lleva todo a la boca, experimenta tirando al suelo y lanzando todo... y su mami, como una loca detrás..."Claudia, cuidado","Claudia, no tires eso","Claudia, que te vas a hacer daño".

Ella me mira, me dice que no con la cabeza..., pero no deja de hacer lo que en ese momento esté haciendo. Al contrario, me mira de reojo y sigue haciéndolo más despacito, hasta que acabo yendo hacia ella para retirarle de su "obra".

Definitivamente, es un bebé de acción. No le gusta estar quieta. Ni durmiendo. Da mil vueltas hasta que se cansa y supongo que descansa.

De momento no anda del todo, pero ya tenemos un pequeño balance de sus fechorías:

- gafas de mami: rayadas. En septiembre necesito cristales nuevos (resultado de abrir el cajón, explorar, sacar y restregar por el suelo)

- dos libros con hojas arrancadas

- un gato doméstico atemorizado

......... y eso, sin andar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sobreviviendo a los cólicos del lactante: II parte

Destete tras una lactancia "prolongada"

Onicomadesis...otro 'efecto secundario del virus boca-mano-pie'