En torno a la semana 24 volvieron a hacerme la prueba de la Glucosa, Test O´Sullivan o Curva del Azúcar, como se le conoce normalmente entre el 'gremio' de las embarazadas.
Esta prueba, como ya expliqué en este
post se realiza para detectar el nivel de glucosa en sangre de las embarazadas y, sobre todo, para determinar cómo reacciona el propio cuerpo a la sobrecarga de determinada cantidad de glucosa que hay que ingerir para hacer la prueba (midiendo los niveles una y dos horas después de haberlo tomado) mediante análisis de sangre.
En mi anterior embarazo, y por una reducción en los valores para detectar la Diabetes Gestacional en el hospital en el que llevé todo el seguimiento de la gestación, fui diagnosticada como diabética dutante los últimos tres meses de mi embarazo.
Esta vez, no anduvieron ni dándome la glucosa: en el primer pinchacito para detectar mi nivel de glucosa en sangre di 93 (y como en el hospital han establecido un máximo de 92 para embarazadas), volvieron a darme la grata noticia de que mis visitas al endocrino se iban a multiplicar en los próximos meses.
Rescaté la máquina para medirme el azúcar y la dieta que seguí la anterior ocasión y, tras una primera visita algo tensa al endocrino, parece que vuelvo a controlar bien los alimentos que ingiero, las combinaciones de los mismos que voy haciendo cada día para controlar el azúcar y las mediciones que tengo que hacerme diariamente.
Aquí, mi pequeño kit de acompañamiento a la dieta
La importancia de la dieta equilibrada
Uno de los mayores problemas que le vi a tener que hacer dieta en el anterior embarazo, cumpliendo pesos de los alimentos, cantidades de los mismos y, sobre todo, reduciendo la ingesta de hidratos de carbono, fue que no subía de peso. Prácticamente en una de las últimas visitas al endocrino, éste me recomendó no seguir tan a rajatabla la dieta porque me interesaba coger algunos kilillos que se me iban quedando por el camino.
Esta vez, sobre sabido, se lo comenté tanto a la matrona y a la endocrina y ambas me recomendaron reducir la ingesta de hidratos (como está mandado) pero no eliminar las grasas (leches enteras, queso, aceite de oliva...) pasándome un poco por alto las cantidades recomendadas para una dieta de control de azúcar.
Para las que estéis en mi misma situación o busquéis alguna dieta para la diabetes gestacional, éstas son las recomendaciones nutricionales que estoy siguiendo yo:
- Para el desayuno:
Un vaso de leche o café con leche acompañado de una pequeña tostada de pan (a ser posible integral) con pavo y queso de Burgos
- Para media mañana:
Una pieza de fruta y un yogur sin edulcorar
- Para la comida:
Un primer plato compuesto por judías verdes, brócoli, acelgas, espinacas...
Un segundo plato de proteínas: carnes blancas, huevo o pescado blanco o azul, acompañado de ensalada.
De posrte, una fruta
- Para merendar:
Un vaso de leche y un par de tostas integrales con pavo y queso de Burgos o un Yogur y una fruta
- Para la cena:
Igual que la comida: un primer plato de verdura y un segundo de proteínas acompañadas de ensalada. De postre, siempre suelo tomar un yogur.
Antes de irme a dormir, me tomo un vaso de leche.
En cuanto a los hidratos de carbono, deben tomarse en comida y cena en cantidad limitada, nunca juntando dos de ellos (es decir, que si se comen legumbres, no se debe comer pan... igual con la pasta o el arroz...). En este grupo de hidratos estarían incluidos:
* las legumbres (de las que se puede tomar un cazo de servir si ya están cocidas)
* los guisantes y las habas
* la patata (una de tamaño mediano)
* la pasta integral (2 cucharadas)
* el arroz integral (2 cucharadas)
La pasta y el arroz no se deben tomar más de uno o dos días a la semana y se deben cocinar 'al dente'.
Otras recomendaciones:
Es importante no pasar hambre ni sentir que se tiene en ningún momento del día. Por ello, mi endocrina me recomienda hacer 5 comidas al día, dejando pasar entre ellas entre dos horas y media y tres horas.
Tampoco hay que olvidar los frutos secos (no debo olvidar los frutos secos) y tomar un puñadito de ellos por lo menos 3 veces a la semana o incluirlos en alguna de las comidas.
La fruta, un mínimo de 3 raciones al día, pero nunca en el desayuno, tampoco juntar dos piezas y evitar lo máximo posible las frutas tropicales (plátano, uvas, higos...).
Y por supuestísimo, nada de refrescos, zumos (ni siquiera los naturales), la miel, los cereales azucarados, el pan de molde o la bollería industrial.
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