La hija de mi amiga María está a punto de cumplir los dos años de edad. Sigue usando pañal y desde hace unas semanas se rasca enérgicamente sus partes porque le pica mucho.
Al principio, la mamá, obcecada en que quizá podía deberse a alguna conducta extraña de su hija, la llevó a urgencias una tarde porque no sabía a ciencia cierta por qué la niña se rascaba hasta casi hacerse pequeñas heriditas en ingles y labios. Dermatitis, le dijeron, "tiene pinta de dermatitis", pero ni tratamiento ni nada específico que pudiera calmar los picores de la pequeña.
Al cabo de los días, la niña empezó a llorar por las noches. Del picor, llora, protesta y como aún no habla más que en su idioma, no hay manera de saber qué le ocurre realmente. Hasta que, cansada de que las cremas específicas para pieles atópicas no le hicieran nada, María decidió llevarla al pediatra y no largarse de la consulta hasta que le dieran una solución para su hija. Finalmente, el doctor determinó: es candidiasis de pañal. Hongos. Así que, el tratamiento básicamente está consistiendo en lavar sus partes con un gel íntimo de la marca Leti - pediátrico y una crema para hongos de la marca Daktarín (que contiene Miconazol).
¿Pero, por qué no supieron dar con la afección la primera vez?, ¿por qué creyeron que era dermatitis y no candidiasis?
Porque, en ocasiones, ambas afecciones presentan síntomas similares y pueden llegar a confundirse.
¿Qué es la dermatitis del pañal?
Según la Asociación Española de Pediatría, se conoce como dermatitis del pañal al "proceso cutáneo irritativo e inflamatorio
debido a las especiales condiciones de humedad,
maceración, fricción y contacto con orina, heces
y otras sustancias (detergentes, plásticos, perfumes,
etc.) que se producen en la zona cubierta
por el pañal durante un periodo muy concreto
de la edad del individuo". Se le conoce, más específicamente como dermatitis irritativa del área del pañal, porque es precisamente esa irritación la que lleva a determinar que lo que provoca el malestar del pequeño son esas zonas rojizas que debido a la fricción que ejerce en la zona el propio pañal, han ido extendiéndose por las partes del pequeño.
Se puede prevenir:
- cambiando habitualmente el pañal
- lavando la zona con agua y seguidamente secándola con una toalla suave
- mantener la zona seca el máximo posible de tiempo
- aplicando cremas como la pasta al agua o pomadas regeneradoras (nosotras hemos usado varias de diferentes marcas y, con diferencia, las que mejor nos funcionaron fueron Nutraisdin y Halibut)
Pero...¿qué ocurre si no es dermatitis?
Según la AEPED, una de las complicaciones más habituales de la dermatitis del pañal es la candidiasis (de pañal), de tipo infeccioso, que se produce especialmente por la sobreinfección causada por el hongo Candida
albicans y que "se manifiesta clínicamente como
eritema intenso de tinte rojo violáceo con
formación de pápulas y pápulo-pústulas de extensión
periférica".
En este caso, se recomienda el empleo de pomadas antifúngicas, aunque "en muchos casos,
la asociación de un corticoide suave con un
antifúngico tópico es de gran utilidad".
A veces, se determina también el empleo de antibióticos tópicos en caso de sobreinfección bacteriana. Pero lo mejor, si no se trata de dermatitis y es que ésta se ha complicado, es que sea el pediatra el que recomiende qué untar al culete de nuestros pequeños.
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