Destete tras una lactancia "prolongada"

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¿Qué es una lactancia prolongada? Prolongar significa alargar... y partiendo de esa base, la nuestra está siendo una lactancia prolongada, que hemos alargado más allá de los 24 meses, los dos años, los terribles dos años. Y es que somos muy obedientes y nos tomamos muy en serio las recomendaciones tanto de la AEPED (Asociación Española de Pediatría) y de la OMS (Organización Mundial de la Salud). Esta primera, afirma que, si bien "prolongar significa hacer que algo dure más tiempo de lo normal o establecido, el empleo de este término puede hacer pensar que la lactancia en niños mayores de un año se considera como algo que está 'más allá de las recomendaciones', cuando en realidad es un objetivo en salud materno-infantil. En España y en mi círculo más próximo, dar el pecho más allá de los seis primeros meses ya es toda una proeza. No conozco muchas mamás que hayan decidido hacerlo. Las más, quizá llegan a los seis o incluso a los siete, pero hacerlo hasta los nueve

Cómo conservar la leche materna (¿y cómo descongelarla?)

Como ya os conté en entradas anteriores (que podéis ver aquí y aquí) para mi vuelta al trabajo hago un pequeño banco de leche materna en el congelador de casa para que, calculando más o menos el número de tomas que estaré fuera cada día, mi pequeña pueda seguir con Lactancia materna exclusiva hasta que cumpla los seis meses. Cierto es que todo esto no pasaría si en este país la baja maternal fuese algo más amplia que las 16 semanas que tenemos actualmente, pero ese es otro debate y daría para mil y un post más.

El caso es que hoy quiero explicaros cómo conservo yo la leche materna y cómo la descongelo para poder dársela en el biberón.

Lo primero que debéis tener en cuenta es que lo que tenéis entre manos, no es zumo de piña, ni leche con colacao, ni un simplón vaso de agua. Es leche materna, oro líquido, que requiere una cuidadosa manipulación por vuestra parte y por la de quien vaya a dársela al bebé. Pensad que es lo único que va a ingerir el pequeño o la pequeña y dado que supone su alimentación, deberemos cuidarla.

Así que, lo primero es lo primero: lavaos las manos y esterilizad sacaleches y botes de conservación o biberón antes de hacer nada con ellos.

Dicho esto y ya extraída la cantidad que hayáis deseado (yo, en las dos ocasiones en las que me he dispuesto a congelar leche, he calculado una cantidad fija, unos 100-120ml que podría ser lo que mi peque necesitará para cada toma), se puede depositar en bolsas de almacenamiento para leche materna o en botes.

En el caso de las bolsas de almacenamiento, éstas ya vienen pre-esterilizadas, por lo que no se debe hacer con ellas más que abrir el zip y echar con cuidado la leche extraída.

Si os decidís por los botes, sabed que estos en el congelador ocupan más espacio pero siempre pueden apilarse. Los botes pueden ser de cristal o de plástico, pero si os inclináis por usar de plástico, verificad que en el 'culo' aparece el símbolo de que el recipiente es apto para uso alimentario:


Los botes sí conviene esterilizarlos antes de usarlos.

Cómo conservar la leche materna

Si os extraéis leche, podéis dársela inmediatamente en biberón al bebé. Esto es lo más recomendable. Si preferís dárselo más tarde sabed que la leche recién extraída, podéis tenerla a temperatura ambiente de 6 a 8 horas siempre que la temperatura ambiente no sea superior a 25º.

Os dejo a continuación una tabla que he extraído de Alba Lactancia Materna y que explica a la perfección cómo conservar leche materna:



Cómo descongelar la leche congelada

La leche materna se puede congelar. Es una buena manera de conformar un banco de leche materna casero y disponer de pequeñas dosis cuando la mamá no esté para darle el pecho al bebé o simplemente, 'por si acaso'.

Para descongelar, lo primero que se debe tener en cuenta es que es preferible descongelar la leche más antigua a la más recientemente extraída. Es recomendable también calentar la leche directamente tras sacarla del congelador, pero si esto no es posible, se debe mantener la cadena de frío (guardarla en el frigorífico o en una pequeña nevera de mano), hasta poder calentarla.

Para calentar, mejor al baño maría, pero evitando tener el recipiente con el que daremos la toma al bebé, calentando al fuego. Se deberá calentar agua en una cacerola o cazo, retirarla del fuego e introducir en el agua el biberón o el bote que contiene la leche materna hasta que ésta alcance la temperatura óptima para ofrecérsela al bebé.

Es aconsejable también que, para que se iguale a temperatura del líquido dentro del recipiente, removerlo bien, de modo que sea uniforme.

Nunca se debe descongelar la leche en el microondas, calentar la leche directamente al fuego o introducir la leche para descongelar dentro de agua fría y calentarlo todo al baño maría.

Espero que os sirva... ;)

Comentarios

  1. Buenas recomendaciones!!! Yo tengo un poco de banco de leche en el congelador, pero normalmente dejo siempre un bibi en la nevera, que sea solo calentar y listo!

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    1. Siiiií.siempre es bueno tener a mano leche ''fresca''. Gracias por pasarte y por comentar!! :)

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